Con una chica especial en un lugar especial [Lea]

Había sido un día largo e intenso pero realmente no podía quejarme, me dedicaba a hacer lo que más amaba en el mundo y por si fuera poco estaba rodeada de gente maravillosa, que de un tiempo aquí se habían convertido en una parte primordial de mi vida. Después de que nos dijeran que habíamos terminado de rodar, me entretuve hablando con Jonathan, estaba muy emocionada de volver a tenerle cerca de mí, ambos teníamos muchas cosas que contarnos, necesitábamos ponernos al día pero después de hablar durante escasos minutos ambos decidimos que lo mejor era irnos a casa para descansar. Fui hasta mi camerino, cogí mis cosas y salí, como siempre hacía fui a despedirme de mis compañeros pero Cory no se encontraba ya allí, arrugue el entrecejo decepcionada, no me gusta tener que irme a casa sin haberle podido dar un beso en la mejilla como despedida, es más, en cuanto le viera se lo reprocharía aunque con él era una tontería enfadarme, antes de darme cuenta lograría sacarme una sonrisa para que se me olvidara todo, era curioso pero era el único que tenía ese poder sobre mi.

Me monté en mi coche y comencé a conducir hasta mi casa, estaba dispuesta a no distraerme con nada pero un cartel del Starbucks llamó mi atención y no pude resistirme a aparcar el coche y pasar a tomarme uno de sus deliciosos cafés, no podía evitarlo era una autentica adicta al de Mocca. Nada más entrar fuera comenzó una tormenta, sin darme apenas cuenta un suspiro se escapo de mis labios, definitivamente no tenía que haberme detenido por la forma de llover iba a ser mejor no coger el coche hasta que escapara un poco. Me acerqué hasta la barra y pedí mi café, después de pagarle comencé a buscar una mesa con la mirada pero lo que encontré fue algo mucho más interesante, justo allí se encontraba Cory, una sonrisa se dibujo en mi rostro. Aprovechando que se encontraba distraído camine hasta él y me coloque justo a su espalda-¡Vaya! la verdad es que viendo con la prisa que te has ido de los estudios pensaba que tu compañía iba a ser mucho más sexy-dije refiriéndome al vaso de café que tenía. Me espere a que se girara arrugando el entrecejo mientras fingía estar molesta.

El escuchar a Cory de esa forma logró desconcertarme, no entendía porque me hablaba así, no había hecho nada para que estuviera enfadado conmigo y si el enfado era con otra persona se estaba comportando de forma injusta, yo no tenía porque tragarme los malos humos que deberían ser para otros. Mi falsa expresión de enfado cambio por una real de molestia-No, ningún problema parece que va con tu estado de ánimo-dije apartando la vista de él para mirar por la ventana, lejos de escampar la intensidad de la lluvia parecía a ver aumentado, las gotas repiqueteaban fuertemente contra los cristales del local de forma amenazadora

Di un trago a mi café y volví a mirarle enarcando la ceja mientras él comenzaba a hablar de nuevo. Me quedé callada durante unos segundos, intentando entender a que venía todo esto-¡A mi me importa!-exclamé-Tengo la estúpida manía de despedirme de la gente que es importante para mí-Odiaba discutir con Cory y más por cosas sin sentido, estaba convencida de que ni siquiera era consciente de lo mucho que me afectaba, ni de lo mucho que realmente me importaba-No mi Jhonny se a ido a casa, aunque es una verdadera pena porque por lo menos con él estaría manteniendo una conversación tranquila y no me estaría tratando como si fuera la bruja mala del Oeste sin ningún motivo-dije mientras veía como me daba la espalda para sentarse de nuevo mirando al frente, su siguiente comentario fue el que me saco completamente de mis casillas, no podía haberme tratado tal y como lo había hecho y después comportarse como si nada, no, simplemente no me lo merecía-¿Para que?¿Para que puedas seguir diciéndome todo lo que te de la gana?, No, gracias, la soledad va a ser mejor compañía-dije tristemente sin poder evitarlo, le miré durante unos segundos más y después comencé a andar por el Starbucks en busca de un lugar donde sentarme, lo único que quería era que finalmente parara la lluvia para poder salir corriendo de allí.